El esfuerzo de llevar unas ideas hasta el final es difícil, complicado y engorroso, sobre todo cuando alardeas de algo que no eres capaz de llevar y necesitas el respaldo de los seguidores. Una casa se empieza por los cimientos y se termina por el tejado, lo complicado es cuando quieres y no puedes dejando parada la obra, justamente por no poder o por cobardía. Eso pasa mucho hoy en día estoy eufórico y curro y mañana se me cae el mundo encima y no puedo o paso. Dejando los tabiques a medias, abandonando el barco y lo mejor de todo echando la culpa a los que no la tienen. Lo importante de un buen capitán o de un buen maestro es seguir y ser consciente de ello, por muchos temporales o por muchos problemas de ves seguir llevando y dirigiendo aquello que has gestado, pues de no hacerlo lo único que demuestras es cobardía, y quizás sea ese el verdadero problema. Una persona sola puede dirigir un timón y mantener el barco a flote, y los marineros abandonan el barco al mínimo derrote de cobardía en alta mar, buscando un patrón o quizás comprando un barco para faenar, lo bueno es que ese que se a comprado el barco poco a poco se ha hecho con una tripulación, acorde a él, en el cual confían y el cual se aleja de los temporales provocados por otros. Manteniendo el barco desde que lo cogió nuevo en la misma dirección y línea que siempre a perseguido. Siendo el patrón el primero en entrar y él ultimo en salir, apoyando a sus compañeros en todo y sin traicionar a nadie, continuando las labores en las que cree justas y de corazón, mirando por su barco y su bandera, no haciendo propaganda de otra pero respetándola. Ese es el buen patrón, uno mas en el grupo sin figurar y entrando el primero en todo, sin forzar ni obligar a nadie dando ejemplo allá donde vaya en conducta, disciplina y hermandad.
PD. No puedes culpar a nadie por abandonar el barco, y menos si te avisan con anterioridad de los errores cometidos, el mar y la vida es muy grande y de los errores se aprenden.
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